Los ganadores de lotería desconocen los pueblos mágicos
Uno de los planes de ocio más habituales entre la población es viajar. Sin embargo, no todo el mundo puede permitírselo. Independientemente del destino que se trate, viajar ha llegado a ser en muchos casos un lujo que sólo unos pocos pueden permitirse. Lo que está claro es que, tanto si el traslado se produce dentro del propio país como fuera del mismo, una buena suma de dinero se va a ir en alojamiento, transporte, rutas turísticas, compras de souvenirs y recuerdos, etc. Sin embargo, hay quienes no desean renunciar a sus vacaciones. Entre quienes desean viajar es común jugar a la lotería.
Los juegos de azar, las apuestas y especialmente, la lotería, se constituyen como medios por los que conseguir dinero de manera sencilla, cómoda y rápida. Además, gracias a la digitalización actual, es posible encontrar plataformas desde las que jugar a la lotería vía online, sin que se requiera la presencia física del jugador.
Powerball o Mega Millions, loterías estadounidenses de referencia a nivel internacional, son dos de las vías por las que más mexicanos apuestan a la hora de conseguir un dinero extra con el que financiar sus viajes vacacionales. No obstante, aparte del dinero, también es relevante el destino y, a menudo, en la elección de un buen destino, los ganadores de lotería no escogen bien, por lo que el dinero termina malgastándose en sitios que no merecen la pena.
A fin de que encuentres un destino en el que invertir dinero sí sea rentable, en este artículo, te informamos de los mejores lugares que visitar en México y el mejor alojamiento. Pero, sobre todo, te informamos sobre los llamados “pueblos mágicos“, lugares con verdadero encanto que parecen sacados de cuentos y novelas de aventuras.
Los ganadores de lotería: Alojamiento en México
A menudo, los ganadores de lotería suelen escoger hoteles lujosos cuyo coste puede alcanzar (y sobrepasar) los 20.000 pesos por persona y noche. Hay alternativas más económicas que también proporcionan un alojamiento cómodo y completo, con buenos servicios, y que permitan gestionar de mejor modo nuestro dinero. Tal es el caso de los espacios que se destinan para acampadas rurales (ideales para el turismo que valora la naturaleza) o las haciendas históricas de México, que forman parte de su patrimonio cultural, para quienes deseen alojarse en un hotel con historia detrás.
Se dice que para muestra vale un botón, así es que, a continuación, como ejemplo de hacienda histórica remodelada en hotel de lujo, te presentamos:
Los ganadores de lotería: Hacienda San Gabriel
Con ubicación en Morelos, uno de los estados que conforman México, se alza esta hacienda en un entorno que se caracteriza por su historia, ricas tradiciones, gastronomía, artesanía, gran infraestructura turística y de población cálida y hospitalaria.
Si bien, en un principio, se trataba de una plantación (ingenio) azucarero al estilo de muchas otras plantaciones coloniales, como las que también pueden observarse en Cuba y en otras áreas latinoamericanas, hoy día es un hotel de lujo que cuenta con spa, espacio para bodas, habitaciones amplias con vistas a fuentes y jardines, y un restaurante en el que poder degustar la gastronomía tradicional de Morelos y el menú propio de la hacienda.
Su pasado se remonta hasta al siglo XVI, concretamente a 1529, año de su edificación. De este modo, combina su valor histórico con las modernidades de un servicio de habitaciones, bar, pool bar, restaurante de especialidades mexicanas y zonas deportivas (cancha de tenis, paseos a caballo, rutas de ciclismo de montaña, etc.)
Los ganadores de lotería: Viviendas para estancias a largo plazo
Si la opción que se baraja pasa por permanecer durante largo tiempo en México, Cabo de San Lucas es una buena opción. Se trata de una de las zonas mejor valoradas de la Baja California. Eso sí, aquí el dinero de la lotería nos va a hacer mucha falta, puesto que su exclusividad la convierte en la ciudad más cara de México, al menos, según la revista Forbes.
No obstante, su principal atractivo es la corta distancia que la separa de Estados Unidos, lo que hace que los ganadores de lotería estadounidense se alojen aquí. Aun así, pese a la cantidad de dinero ganada, el precio de sus casas sobrepasa lo que la mayoría de los ganadores de lotería puede permitirse. Una sola vivienda puede costar unos 4 millones de euros.
Algunas alternativas más económicas las encontramos en pueblos mágicos como:
Los ganadores de lotería: Álamos
Álamos es una villa ubicada al sureste del estado de Sonora. Se trata de la capital cultural del estado. Su clima promedio de 24 grados, en combinación con las casas repletas de zaguanes y patios de exuberante vegetación, lo convierten en una especie de paraíso en medio de una región que, por lo demás, es mayoritariamemente desértica. También conocido como “La Ciudad de los Portales”, Álamos tiene su origen en el pasado colonial español.
En concreto, fue fundado en el siglo XVII por el gobernador Domingo Terán de los Ríos, asentado en la región tras descubrir la existencia de minas de plata en Promontorios, La Aduana, Las Cabras y otras áreas próximas. Durante el tiempo en que se explotaron dichos yacimientos, se construyeron casonas y edificios públicos que han pervivido hasta nuestros días. Aunque en el siglo XIX, tras el agotamiento de sus minas, Álamos corrió el riesgo de caer en el olvido, entorno a los años 50 experimentó un repunte en el que se comenzó a explotar su patrimonio cultural e histórico, siendo hoy día un destino bastante frecuentado.
Los ganadores de lotería: Tequila
Tequila se encuentra en el estado de Jalisco y constituye una de las empresas más tradicionales de México, puesto que su actividad económica e historia están ligadas (como indica su nombre) a la propia bebida.
En sus orígenes, se trataba de un valle que José Cuervo, acompañado de otros tantos visionarios, llenaron de tierra volcánica rojiza, en la que plantaron agave tequilana, de la cual obtenían el “mezcal” (tequila sin destilar). Previamente a su llegada al valle, la región estaba habitada por chichimecas y otomíes, quienes ante la llegada de los franciscanos parecieron aceptarlos de forma pacífica. Sin embargo, se dio alguna que otra revuelta con el paso del tiempo que llevaron a muchos frailes a abandonar la zona.
No obstante, hubo familias españolas que sí permanecieron y en 1600, Pedro Sánchez de Tagle, creó la primera destilería que procesaría todos los juegos extraídos a partir de las plantas de agave tequilana. Para el siglo XVIII, la región estaba ya plagada de tabernas en las que se servía y difundía la bebida. Tal fue su éxito que, a mediados de 1700, José Cuervo pobló algunas de las tierras de agaves azules. Tras la prohibición que mantuvo la bebida censurada, por ser considerada un instrumento de embrutecimiento para la conducta de los indios, se retomó su producción y además, también, se inició la producción de vino mezcal.
Por ello, a menudo quienes ganan la lotería, optan por visitar las calles de Tequila, en las que pueden distinguirse todas aquellas fábricas de bebida que la han posicionado como una de las industrias de mayor productividad.
